Papá llamó a casa y me preguntó a mí que si de pronto queríamos salir a un trabajo detectivesco, con Jenny entonces yo le pregunté donde y él me respondió donde los Hayle-smith, y yo dije quienes son ellos y él me dijo estos son los antiguos dueños del cofre.
Yo le repuse, pero no dijiste que tu no creías en nada de esas cosas, si, continuo pero Vivian está convencida de que la culpa de que se esté sintiendo mal y de que su mama se haya roto el brazo cuando salía de su casa para venir a ayudarla con su nuevo bebe.
Cuenta con migo y con Jenny.
El sábado siguiente era el día de las audiciones. Tenía pánico de que algo saliera mal.
Baile también que la señorita pies ligeros me dio el papel como solista.
Entonces llegó el día de nuestro primer ensayo, Nigel plume era mi pareja se creía el regalo de Dios.
La señorita Olga nuestra profesora especial parecía coincidir con él, Nigel me tomó para hacer una vuelta en el aire entonces salte hacia él y caí sobre tierra, se me fracturó la nariz vi pajaritos en el aire pero me hice la fuerte y seguí bailando adolorida, Nigel y yo debíamos pasar a saltos el estudio ya había practicado ese ejerció cientos de veces , entonces de buenas a primeras caí de brúcense el suelo, sentí que mi rodilla ya no hacia parte de mi y que mi pierna de doblaba .
Me retorcí en el suelo y supe que esta vez no podía fingir que no me había pasado nada, entonces recordé la maldición, el dolor era terrible entonces cerré los ojos y vi al niño de la subasta que se fue convirtiendo en un anciano su espalda era encorvada y sus parpados caídos.
Cuando desperté estaba mi pie todo enyesado solo veía mis dedos al final retorciéndose, entonces fue cuando mama le pregunto al doctor que yo como segaría y él respondió que tendría que venir en seis semanas, entonces el doctor agrego sinceramente no sé si katy pueda seguir bailando.
A pesar de mis muletas todos los días iba después del colegio al almacén de Vivian y papa,
Estar ocupada te ayudara a no pensar en nada de tu ballet decía mama, Didi siempre estaba acompañándome.
Entonces fue cuando vi, al niño de la subasta me acerque rápidamente hacia él, pero él salió del almacén entonces yo me fui tras él con mis muletas corrí y corrí, pero el se escondía detrás de las demás personas para confundirme, fue cuando caí tras tanto esfuerzo había perdido al niño brujo, un par de peatones que pasaban me ayudaron a levantar.